Ciudad Rodrigo Media (26/11/2017)

Carrera por momentos aburrida y por momentos desesperante. Aburrida porque había varios controles que se veían prácticamente al acabar de salir del anterior. Alguno incluso era común con la categoría "Amarillo". Desesperante porque la organización advierte en el boletín que las vallas deben cruzarse por los pasos, pero
1. no se indica en el mapa -¡Cuándo vamos a aprender a hacerlo en España! La información principal debe aparecer en el mapa; el boletín sólo es información complementaria. Si una valla no se puede cruzar se le superpone una línea magenta -y no cruces como también se hace a veces-.
2. el trazador incita varias veces a saltarse la norma con tramos en los que si quieres cumplir lo que pide la organización tienes que dar un rodeo enorme.
3. no hay personal de la organización vigilando las posibles infracciones -conscientes o inconscientes, ya que en el mapa no viene indicada la prohibición-.
Es decir, que mientras yo voy dando un rodeo enorme para ir a la 2 pienso que muchos estarán saltando las vallas, y que cuando acabe la carrera me quedaré con cara de tonto viendo las clasificaciones y teniendo que buscarme la vida, y de paso creándome enemigos, si decido reclamar.
Pero entonces resulta que de camino a la 9 veo a un hombre muy enfadado, junto a otros dos orientadores, diciendo que nadie le ha pedido permiso para entrar en su propiedad. De la organización nos dicen entonces que la prueba está anulada -casi mejor, porque la cosa ya había empezado bastante desastrosa-.
Pero, para colmo de mis desgracias, cuando ya estaba haciendo el resto de carrera en modo entrenamiento y mientras estaba absorto en la lectura del mapa, de camino a la 14 me choco contra una valla de espino que yo esperaba más tarde -al ajustar el track me doy cuenta de que parece que realmente está mal cartografiada, ubicada demasiado arriba en el mapa-. Sigo, y acabo, lo que queda sangrando. Ahora tengo una cara más cercana a la de Franck Ribéry.