Rogaine Serra (16-12-2017)

Con retraso, la crónica:
Empleamos cinco minutos en decidir la estrategia -tiempo que se incluía dentro del tiempo de carrera-. Creo que tomamos buenas decisiones en todo excepto quizá en ir a por la 68 -primera baliza picada-, ya que queda algo descolgada.
Descartamos rápidamente la 92, muy aislada. Decidimos llegar a la zona norte -donde hay muchos puntos- por la mitad este, para dejarnos la zona suroeste -más suave y con bastantes controles de poca puntuación- para el final, y así elegir cuáles hacer según el tiempo que nos quede.
Para ir a la 73 nos lo pensamos bastante y al final fuimos campo a través. La cosa estaba mucho peor de lo que pinta en el mapa, así que finalmente tardamos lo mismo que otros que decidieron rodear por los caminos, con la diferencia de que nosotros llegamos con muchos más pinchos en el cuerpo.
Mi compañero Enric, que llegó en baja forma, empieza a flojear y aún nos quedan más de dos horas. Su energía se va agotando y la bajada hacia la 72 y 51 la hacemos ya muy lentos. Decidimos entonces llegar a meta como podamos picando las balizas que nos vengan de paso. Enric acaba andando incluso en zonas llanas.
Pienso que si él hubiera llegado con un estado de forma similar al mío habríamos alcanzado los 200 puntos en total.